
SERÁS DEFRAUDADO.
Serás defraudado por el ciclón.
No será él quien vendrá a guiarte a la ciudad virgen y sucesiva.
No hay mortal alguno que pueda comprender lo que trata de explicarnos una metáfora
simple, albergada en ampollas y heridas abiertas.
La unción no nos pertenece.
Toda muerte es una memoria al amparo de algún caracol, mojado por el río,
aunque insistamos en
nominar al huésped con nuestro nombre.