sábado, 6 de octubre de 2007

EL PESO DE LA VOZ





EL PESO DE LA VOZ.


Peso cada palabra.
La evalúo.

Hago fragua de ella.
La huelo.

Mido sus tiempos y su ritmo sinfónico.

La declaro deidad tramada en engaño.
Acaricio su perfecto cuerpo de luchadora sin torso,
ni pies
ni puños cerrados.

Me desvío y
me rindo hasta confesarme de miedo ante los leones de su majestad sinuosa.


Quiebro el mutismo para entrar en el silencio.