

La mirada del explorador.
NIÑO ÍNDIGO.
Debajo del ruido y de la noche
una amenaza de cristalizado silencio;
debajo de la lengua
una duda de eternidad.
Todo lo que digo,
todo lo que hago
me lo cuestiono.
Todo me lo pregunto:
¿Por qué así y no de otra manera?
La vida es
cualquier lugar
que sabe a humus.
El arte se sostiene
en la obstinada presencia
de la aspereza de nuestra convicción.
Trampas que amanecen.
Hay un saldo deudor en el paisaje
que instala una pena
circular y abstracta.
¿Para qué despertar al perro añil
presentido en la infancia?
La sangre del crepúsculo está ardiendo.
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